12/8/08

RESISTENCIA ANDINA (MANCO INCA)


Mucho me place lo que dices y hallarte con tan buena disposición para echar fuera esta gente de Quito, y has de saber que yo no he venido de Xauxa por otro afecto sino para impedir que ellos te hicieran daño, y librarte de su esclavitud, y puedes creer que yo no vengo para provecho mío, porque estaba yo en Xauxa seguro de tener guerra con ellos, y era excusado el trabajo de hacer tan larga y difícil jornada, pero sabiendo los agravios que te hacían quise venir a remediarlos y desfacerlos, como me lo mandaba el Emperador mi señor. Y así puedes estar seguro de que haré en favor tuyo todo lo que me parezca conveniente, y también para libertar de esta tiranía a los del Cuzco” Texto escrito por el secretario de Pizarro y cronista, soldado español Pedro Sancho de la Hoz.

Con el tiempo, Manco Inca se desengañó de los españoles: no eran dioses, eran hombres con virtudes pero también con defectos imperdonables. Uno de ellos era su ambición por el oro. Por obtener el metal dorado extorsionaban a los andinos. Incluso a él le exigían dar oro continuamente. El día que no fue generoso con ellos, lo encadenaron, lo pusieron en una celda y lo trataron como un vil prisionero.
En consecuencia, Manco Inca, con el pretexto de traer unas estatuas de oro macizo que estaban en Lares, obtuvo un permiso de Hernando Pizarro, quien vuelto de España era Gobernador de Cusco. Solo así pudo escapar, una vez en libertad proclamó la resistencia, y que duró siete lustros.
El 3 de mayo de 1536, el Cusco amaneció cercado por miles de guerreros. Los españoles que no llegaban a 200, se sintieron perdidos. Más todavía cuando Manco Inca, con ánimo de neutralizar a los caballos, inundó los alrededores de la ciudad.
Hernando Pizarro, en esta situación, fue el máximo jefe de unos 200 españoles y de aproximadamente 30,000 indios aliados, mayormente cañaris, Chachapoyas, tarmas, huancas, Yauyos y chancas. Desesperados, los castellanos salían a combatir con Hernando Pizarro al frente. Los españoles solo retenían la Plaza Mayor y la casa de Hernán Ponce de León, todo lo demás había sido tomado por Manco Inca y sus guerreros. Entonces fue que, Hernando Pizarro, entendiendo que no había otra solución, decidió tomar Sacsayhuamán. Solo así podían salvar las vidas de sus hombres y seguir defendiéndose en la ciudad.
La toma de Sacsayhuamán se llevó a cabo el 16 de mayo de 1536. El éxito de la operación se debió a la situación desesperada de los españoles, al apoyo de otros indígenas y también a las escalas de madera, técnica desconocida para los indios, pero aprovechada por los castellanos.

EL FINAL DE LA RESISTENCIA:
Hernando Pizarro efectuó varias salidas con sus jinetes para capturar a Manco Inca, pero nunca lo pudo atrapar. Sin embargo Manco Inca, tenía dos inconvenientes: no todos sus guerreros le eran absolutamente fieles, pues había algunos que preferían su independencia regional, en segundo lugar, estaba la falta de provisiones, pues por causa de la guerra no se habían podido sembrar los campos ni llenar los depósitos. Manco Inca, para evitar morir de hambre inútilmente, empezó a licenciar a sus soldados. así empezço su retiro hasta Vilcabamba.